Una guerra siempre tiene implicaciones no sólo de muertes sino también económicas a corto y largo plazos. Durante un conflicto, las industrias de los países involucrados sufren algún tipo de colapso porque dejan de producir y vender, porque los caminos para traer y llevar mercancías se encuentran obstaculizados, porque los comercios tienen cero garantías para seguir operando, y un largo etcétera de consecuencias. Por ejemplo, en el mundo no es noticia nueva que la invasión de Rusia a territorio ucraniano lleva ya algunas semanas, en las que ha habido no sólo crisis diplomáticas mundiales, sino también consecuencias económicas que directa o indirectamente podrían afectar a otras economías que no están necesariamente involucradas, como es el caso de México.
Aquí te presentamos las cinco consecuencias más importantes que ha traído esta guerra:
- El efecto más importante y que afecta de manera inmediata a la economía del planeta entero es la subida en los precios del petróleo. Eso ocurrirá siempre en toda guerra. En esta de Rusia-Ucrania, lo particularmente importante es que Rusia es un gran depositario del energético. Los países industrializados requieren de petróleo para que sus industrias sigan operando. Al tener que recurrir a más demanda, con menos oferta, el precio sube. Esto podría dar a pensar que los países productores de petróleo se verían beneficiados, puesto que recibirían más dinero por las ventas. No es tan así, como se dice. Por ejemplo, durante el conflicto, México ha vendido más petróleo a un mayor precio, pero como la mayor parte de las gasolinas que consumimos las importamos, pues la ganancia se nos va en pagar las gasolinas, que también subieron de precio.
- Más de cuatrocientas empresas internacionales anunciaron su retiro inmediato, suspensión de servicios o acotación de operaciones del mercado ruso durante los primeros días del conflicto. No se trata de pequeñas o medianas empresas. Nintendo, Toyota, Coca-Cola, Netflix, Disney, Apple, Amazon, Spotify… entre muchas otras tomaron esa decisión. Uno de los retiros que más afectará esa economía será el cierre de 847 sucursales de McDonalds, que daba empleo directo a 62,000 rusos. De México, Grupo Bimbo anunció que suspendía las ventas y las inversiones en ese país. De esa manera, los rusos se quedarán sin disfrutar de los roles de canela que siempre salvan las mañanas en que no hay nada más en la alacena.
- De toda América Latina, el sector acerero mexicano es el que más acero le compraba a los rusos: casi 40% de la importación total a América Latina llegaba a México. Si bien la industria acerera tiene de dónde echar mano para no sufrir desabasto, lo cierto es que conseguir aceros de otros lugares trae algunas complicaciones de logística y operación. Por ende, el precio sufre variaciones.
- Si andas por Europa, ya sea de vacaciones o ya sea de negocios, te recomendamos bañarte de manera expedita, porque los precios del gas natural por aquellas regiones subieron hasta 80% a partir del conflicto, debido a que Rusia era un gran surtidor de gas natural para toda Europa. Ahora bien, el gas no sirve sólo para los calentadores de agua, sino también para las industrias, que tendrán que vender sus productos más caros.
- Rusia y Ucrania son grandes productores de trigo y maíz. Ambos países venden cantidades considerables de esos granos a Europa y norte de África. Del total de las miles de toneladas de trigo que se consumen cada año, esos dos países venden el 25%. Cifra altísima. Los expertos calculan que en un mediano plazo los precios internacionales del trigo se elevarán, con lo cual la torta de tamal (trigo y maíz) que te comes cada viernes en la mañana podría costarte más cara dentro de unas cuantas semanas.