LA PRIMERA GUERRA DE LOS “OUTSIDERS”… Y OJALA LA UNICA

LA CONFRONTACION ENTRE SUPERPOTENCIAS HACE MAS QUE RUIDO QUE LAS MISMAS VOCES UCRANIANAS

Tiene pocos años que los pueblos eligen a los “outsiders” que huyen del tufo partidista y se las dan de antistémicos. Desde Donald Trump hasta Volodímir Zelenski, pasando por AMLO y hasta el presidente de Chile, Gabriel Boric. Al político se le tiene por un deleznable personaje que lo mismo ha propuesto quitar que poner, pintarse de cualquier color y siempre queda mal. Desde hace uno o dos lustros, las democracias (o simplemente las preferencias electorales) quieren probar otra cosa; que hasta se pueden equivocar y mejor aún, que se pueden arrepentir y enmendar.

En México apenas estamos probando la cárcel para los políticos, donde no están los corruptos, sino los perdedores, lo cual es decidido (a la mala) por su sucesor. En otros países la cárcel por corrupción es un sello de lucha contra sus adversarios. La realidad es que los pueblos le estamos perdiendo el miedo al nunca jamás, porque no hay partido que dure dos periodos, ni pueblo que lo aguante. Nadie llegará para quedarse y puede ser que hasta Venezuela deje de ser la excepción y alcancemos a verlo. El poder embriaga, pero también desgasta y la memoria histórica es demasiado corta, a la que aspiran todos. 

Pero al “outsider” más legitimado por los votos (73.22%) le ha caído la guerra como anillo al dedo, es decir, como víctima. Inicialmente se distanció de las advertencias de una guerra inminente, al tiempo que pidió garantías de seguridad y apoyo militar de la OTAN para “resistir” la amenaza (Wikipedia dixit).

El principal escenario político es la confrontación internacional entre las superpotencias, mucho más escuchado que el juicio y la voz de los mismos ucranianos. No se siente entre ellos un fervoroso apoyo a su presidente; no hay una moral de resistencia mayor que el obvio rechazo a una súper potencia abusiva, que conocen demasiado bien. Para decirlo con letras “amloistas”, no sabría decir si el pueblo ucraniano está con Zelenski. 

A comparación de otras guerras recientes, como en Bosnia, Irak o Siria, se trata de una guerra de baja intensidad, quizá porque Ucrania y Rusia son territorios muy grandes y hay muchos frentes abiertos y mucho más distantes. Los ataques son relativamente pocos y mediáticamente muy cubiertos. El número de muertos es comparativamente reducido; menos de la mitad al mes que la guerra de Bosnia Herzegovina (1,200 contra 2,500 aproximadamente). Y por ello ha sido el desplazamiento ese fenómeno que ha contribuido a dar cifras masivas de alarma; “millones”. 

Para bien o para mal, cada cobertura mediática permite un mayor impacto en el panorama político global y empuja más hacia una posible salida. Europa tiene mucho interés y televisoras para cumplir este papel. Por su parte, Rusia apenas se da cuenta que no tiene las mismas reservas naturales, sociales, financieras (incluso apoyo interno) o de alianzas internacionales, que Estados Unidos sí posee cuando ha hecho lo mismo. ¿Y dónde quedará el presidente más “outsider” de todos? Lo único seguro es que será uno para el panorama internacional (donde le irá mejor) y otro para su propio pueblo, que sigue siendo toda una incógnita, porque tiene mucho que resolver antes en lo inmediato.

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