Si alguna vez, hace mucho tiempo, nos pareció absurdo que alguien dijera que íbamos a pagar por una botella de agua, resultaba peor que alguien nos dijera que algunas personas harían amigos, ligarían y encontrarían al amor de su vida gracias al internet. Sin embargo, ambas situaciones son una realidad de millones de dólares. Hablemos de los afectos digitales.
Los corazones solitarios, libres y locos en busca de encuentros más allá del barrio le generan ingresos millonarios a las apps que se especializan en conectar personas. Hay muchas de ellas. Algunas cuantas que destacan son: Badoo, Hinge, Match, Happn y Grindr. Y hay dos que son las líderes del segmento: Tinder y Bumble.
La historia de Tinder comenzó dentro del grupo Match.com, cuando el CEO Barry Diller organizó uno de los múltiples hackathones (“congresos” en los que diversos equipos trabajan durante dos días para crear un proyecto digital y presentarlo); ahí se conocieron los fundadores Sean Rad, Jonathan Badeen, Joe Munoz, Chris Gylczynski, Justin Mateen y Whitney Wolfe (atención con estos últimos dos). Desarrollaron la idea, la presentaron y a Match.com decidió poner el dinero. En principio se llamó Matchbox. Los primeros mil suscriptores los ganaron al patrocinar una fiesta organizada por el hermano menor de Mateen. El boleto de entrada era mostrar, a la entrada, su perfil en la app. Era septiembre de 2012.
De esa fiesta a la actualidad las cifras son estas: 57 millones de usuarios, 190 países en los que opera, 1.6 billones de swipes (“vistas” de perfiles) al día, un millón de citas semanales, 2.5 millones de usarios de pago.
Como el amor lleva en su historia el desamor, es necesario decir que Bumble, la app que vino a arrebatarle usuarios a Tinder, nació de una ruptura amorosa dentro de… Tinder. Sí, las apps que se dedican a unir tienen una historia de compartida, un match fallido. Habían pasado apenas dos años de la aparición de Tinder, cuando la cofundadora Whitney Wolfe denunció a la empresa por acoso sexual y discriminación. El acusado era el cofundador y expareja de Wolfe: Justin Mateen, por entonces director de marketing. La denuncia fue por abuso verbal de ella y porque le había quitado el puesto de cofundadora luego de que Wolfe había decidido terminar la relación sentimental que tenían. Pero como lo bailado a nadie se lo quitan, Wolfe ese mismo año fundó Bumble, app de citas en la que el principal objetivo es que las mujeres tengan el control, precisamente para evitar todo tipo de abusos.
Las cifras actuales de Bumble son las siguientes: 45 millones de usuarios que en 2021 le dieron ingresos por $768 millones de dólares.
En México, 48% de los usuarios de este tipo de aplicaciones están en Tinder, mientras que Bumble fue la segunda plataforma de ligue más usada, obteniendo un 29% de los usuarios.
Ambas apps cotizan en bolsa. Bumble reportó que en 2021 cerró con tres millones de usuarios de pago. Debido a que cuenta con varias herramientas y no sólo con una cuota fija, en Bumble los usuarios pagan entre $99 y $3000 pesos mensuales. Tinder, por su parte, reportó que en 2021 tuvo ingresos por más de mil millones de dólares. Esa cifra se duplica si se toman en cuenta los ingresos totales de la empresa dueña de la app, Match.com, que tiene en su portafolio de negocios otras dos apps para citas: Hinge y OkCupid.
Para los que creen todavía que dar la vuelta en el kiosko es la mejor opción para comenzar una relación, va este dato revelador: siete de cada diez mexicanos piensan que pueden conocer al amor de su vida mediante una aplicación de ligue.
Todo lo que tenga que ver con sexo y agua genera mucho dinero. Dos necesidades que seguirán en una relación estrecha hasta el fin de los tiempos de la humanidad.