Cualquier mañana, de todos los días, los medios noticiosos nos hacen acompañar el café con un crimen atroz cuya descripción nos provoca repulsión, pero nos hace remojar el pan con sangre; con un interés que ralla en lo morboso… y le ponemos mucha atención, pues se convierte en ese tema de conversación que inevitablemente termina con un lacónico “qué mal andamos los seres humanos…”
Sin embargo, y aunque pensemos que nuestra capacidad de asombro tiene un límite, tal parece que tratándose de crímenes sangrientos que horrorizan a la comunidad, el pozo no tiene fondo.
La literatura, los medios de nota roja, los canales y las series televisivas dedicadas al crimen y los relatos policiacos, tienen un éxito tan grande e imparable que según la página oficial de AXN, los especialistas en las franquicias del crimen, detalla en su portada que “CSI ha sido vista por más de 100 millones de personas alrededor del mundo y ha sido reconocida como una de las series con más espectadores en sus 2 décadas de éxito ininterrumpido”.
Lo cierto es que esta subcultura de lo policiaco y sangriento es todo un fenómeno mediático que ha llevado a las grandes audiencias a comprender y asimilar a dos disciplinas a niveles estelares, y lo primero que hay que entender es la diferencia entre el “criminalista” o profesional especializado en justicia penal que cuenta con formación científica y el “criminólogo” el profesional que se encarga del estudio de la delincuencia, su prevención y tratamiento, a través de disciplinas como la sociología, la psicología, la medicina forense, el derecho o la antropología. Dicho de otra manera, la serie de criminalistas por excelencia es “La Ley y el Orden” y la dedicada a la criminología es CSI o “La Escena del Crimen” traducida al español.
Gracias a ellas se han popularizado no solo estas disciplinas como materias universitarias, sino también aspectos muy específicos que estudian, como por ejemplo, la diferencia entre dos tipos de criminales, el psicópata y sociópata: Según apuntan los especialistas de la revista Psicoactiva.com los rasgos que identifican a un psicópata son que “en general, tienen dificultades para generar vínculos emocionales reales con los demás. Por el contrario, sus relaciones suelen ser artificiales y superficiales, diseñadas para ser manipuladas en su propio beneficio. Estas personas raramente sienten culpabilidad de sus comportamientos, no importa lo mucho que lastimen a otros”.
Por su parte, los Sociópatas, según la misma publicación, “son el resultado de factores ambientales, como el caso de un niño o adolescente en un hogar muy negativa, con pautas de educación disfuncionales como el abuso físico, abuso emocional o trauma infantil severo. A diferencia de los psicópatas, los sociópatas -la mayoría- no tienen puestos de trabajo a largo plazo y realizan gran parte de una vida familiar normal en el mundo exterior”.
Uno de los temas más recurrentes es el de los asesino seriales y se ha demostrado que muchos asesinos en serie famosos han sido psicópatas, y aunque la violencia es un tema común, no es un ingrediente indispensable, pues no todas las personas psicópatas o sociópatas tienen por qué ser violentas; de hecho, muchos de ellos han sido descritos como “socialmente empáticos”, muy inteligentes e incluso “adorables pilares de su comunidad”.
Otro de los temas que se han convertido en parte de la subcultura de las series policiacas es el de “perfilar a un criminal” actividad que es descrita como “una hipótesis sobre las características personales y demográficas, como sexo, raza, edad, nivel socio-económico, estilo de vida y personalidad del presunto autor de un crimen”.
Por supuesto, el tema de la criminología resulta apasionante y de seguro ha propiciado a legiones de espectadores que devoran las franquicias dedicadas al rubro y todo tipo de literatura. Si tu eres uno de ellos y te interesa convertirte en un verdadero profesional, pues ¡no lo dudes! A continuación, ponemos a tu alcance un link que te servirá de mucha utilidad.