Recientemente apareció en las redes la noticia de que México es el segundo lugar mundial en generación de fake news… No es mentira, pero es una exageración, dirían algunos, pero ¿tú crees que sea cierto?
Para comenzar, invoquemos a la verdad y aceptémoslo: Todo mundo ha dicho o escuchado alguna vez una mentira y quien lo niegue, miente… De hecho, el mentir surge a muy temprana edad, y los pedagogos afirman que ”los niños con mayor desarrollo intelectual tienden a mentir con mayor frecuencia” Entonces… ¿mentir es señal de inteligencia humana?
Pues bien, la muy humana costumbre de mentir ahora también ha evolucionado para convertirse en una “pandemia digital”. El virus de la mentira en su versión Inteligencia Artificial hoy en día es conocido como “fake news”.
Hagamos un poco de historia: aunque hasta el año 2017 el diccionario Oxford nombró a la expresión “fake news” como “la palabra del año”, las noticias falsas han sido una antigua actividad relacionada con la comunicación masiva, pues según documenta la red Dialnet: “la primera fake news contemporánea fue publicada por el periódico neoyorquino The Sun en 1835, e informaba de seres que habitaban la Luna. La noticia causó un enorme impacto gracias a la aparición de prensas más veloces, el menor precio de los periódicos, y las nuevas tecnologías de transporte“. Alta capacidad, caída de precios y velocidad… ¿Les parece conocida la ecuación?
Según los especialistas ,la fórmula que hace efectiva a una fake news es : Impacto x Ambigüedad +Interés x Difusión + Rapidez. Y de acuerdo a esta ecuación, todo parece indicar que las noticias falsas como fenómeno social seguirán logrando invadir los espacios de la política, la economía, la ciencia y prácticamente todos los ámbitos de interacción social.
Como muestra de ello, si en la campaña presidencial de Donald Trump el término “fake news” se convirtió en algo así como “el rockstar de la infodemia”, pues comenzó a usarlo para descalificar informaciones puntuales que consideraba incorrectas o tendenciosas, y terminó sirviéndole para englobar a buena parte de la prensa crítica; durante su administración y tras su salida de la Casa Blanca, las noticias falsas y sus constantes pleitos con Twitter han tenido un impacto enorme en la credibilidad de las redes sociales y han puesto al descubierto el fenómeno de la infodemia, las granjas de bots y la estrategia de las fake news.
Ante este tipo de situaciones, las compañías especializadas en crear algoritmos siguen anunciando la creación e implementación de sofisticados sistemas que “lograrán controlar de una vez por todas la plaga de las fake news”.
La más reciente de estas noticias relacionadas con el algoritmo antifake news, fue lanzada por la plataforma Meta (Facebook) hace unos cuantos semanas; sin embargo, no fue para anunciar la erradicación del fenómeno, sino para reconocer que “un error en el algoritmo disparó hasta un 30% la visibilidad del contenido prohibido por sus políticas”.
Este anuncio, visto de una manera que raya en la ironía nos señala que ni la inteligencia artificial es tan inteligente, ni el algoritmo es tan efectivo: ni nosotros, los simples humanos, somos capaces de diferenciar entre lo que es falso o verdadero, pues una buena mentira atrapa, vende y aunque se descubra que no es verdad, nos siembra la duda.
Y para demostrarlo, les hago esta pregunta: ¿si los desarrolladores de Facebook pueden crear y controlar elaboradísimos metaversos, pero se confiesan incapaces de detener el tsunami de las mentiras en la red, ¿no les parece hay algo extraño en ello? y viéndonos un poco más conspiranoicos ¿no será que la noticia del lanzamiento de un algoritmo antifake news… puede ser una fake news?
Esto no lo podemos verificar ni desmentir, pero si las fake news son un “jugoso negocio monetizable” que multiplica la oferta y potencializa estratosféricamente la demanda… ¿hay aquí gato encerrado?: “No lo sé Rick…me parece falso”
Y tú, ¿qué opinas, es verdad o es mentira?
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