DIOSAS Y REINAS DE LA INDUSTRIA ALCOHOLERA

DE MAYAHUEL A MARIASUN, EL ESPIRITU FEMENINO ES LEGENDARIO

Cuenta la leyenda que una joven y bella diosa azteca llamada Mayahuel, quién vivía encerrada y lejos de los demás dioses debido a quien su abuela la cuidaba celosamente, tenía en su poder una planta mágica que daría alegría y otros dones al ser humano: el maguey o agave. Esta planta de especial magia femenina, nos ha dado a través de la historia, tradición, reconocimiento y permanencia a nivel internacional gracias a sus dones que permiten obtener el aguamiel, tequila, mezcal y de su penca, fibras para hacer telas, papel, entre otros productos

Nadie sabe exactamente cuándo las mujeres se convirtieron en parte integral del cultivo del agave, pero se cree que cuando los agricultores comían y descansaban, sus esposas ayudaban en los procesos. Tenían una habilidad excepcional para clasificar y cuidar las plantas jóvenes y comenzaron a trabajar en los campos en algún momento del siglo XVI. Aunque históricamente la industria tequilera ha sido un sector dominado por el género masculino, cada vez hay mayor participación de la mujer en sus diferentes áreas, ya sea en las labores del campo, como jimadoras, en el proceso de producción de la bebida, en la etapa de comercialización; y como directivas y propietarias de casas tequileras. Leticia Hermosillo Ravelero, es ejemplo de ello. Fundadora y propietaria de Tequila Cava de Oro, -considerado uno de los mejores tequilas de alta gama en el mercado internacional-; otras mujeres que siguen este camino son actrices como Kate del Castillo, Eva Longoria, la cantante Rita Ora; o la modelo Kendall Jenner. En otro ámbito destaca Gabriela Cañedo, quien nombrada “conocedora del tequila”, por la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, y ella es pieza clave para la difusión de este destilado.

En 2012, se fundó la Asociación de Mujeres del Mezcal y el Maguey de México, conformada por empresarias, profesionistas, maestras e incluso maestras y maestros mezcaleros que colaboran en los procesos de elaboración; así como promotoras comerciales, académicas y científicas que sin fines de lucro, apoyan las cadenas productivas de los destilados de Mezcal, Tequila, Bacanora, Raicilla, Sotol y Charanda.

En casi todas las civilizaciones, la elaboración de bebidas fermentadas a partir de cereales, era destinada a las mujeres porque era considerada una actividad ideal para el rol doméstico. Pero es en los siglos XVIII y XIX, cuando el papel de la mujer cede protagonismo en la producción de la cerveza y pasa a la escala empresarial con la aparición y desarrollo de las grandes compañías cerveceras que conocemos hoy. El mejor ejemplo actual de ello es María Asunción Aramburuzabala Larregui, mejor conocida en los círculos empresariales  como la gran Marisun, es líder en esta industria es considerada “la mujer más poderosa de México” una de las principales ejecutivas del sector cervecero mexicano. 

Hablando de cerveza, en la antigua mitología, Ninkasi, “la Señora que llena la boca”, era considerada como la diosa de esta bebida y del del alcohol en los tiempos de la mitología Mesopotamia. 

Hablar de vino es hablar de sus orígenes con las Enotropeas, las tres hijas de Anio, llamadas en griego antiguo (Oenotropae) es decir, las que se transforman en vino. Esta bebida que data del año 6000 a.C tiene poderes femeninos desde la antiguedad. Sin embargo, fue hasta mediados del siglo XX cuando comenzaron a participar las primeras enólogas y vitinicultoras principalmente en Europa, quienes mostraron su capacidad tecnica comercial y organoléptico, o sea su habilidad para elaborar, analizar y calificar el vino. En México, Georgina Estrada, Vicepresidenta de la Asociación de Sommeliers Mexicanos A.C., es una de las muchas mujeres que han intensificado la presencia de esta bebida. Con más de 20 años de experiencia en el sector, ella es empresaria líder en asesoría de la industria del vino y las bebidas destiladas. 

Mujeres del tequila, mezcal, cerveza y el  vino:  todas ellas apasionadas de ofrecer lo mejor de estos elíxires con la magia y amor que destilan de su mano y corazón. Es momento de seguir visualizándolas y reconociéndolas. Alzo mi copa y a su salud… ¡Brindo por ellas!

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