MEXICANOS A LA CONQUISTA DEL ESPACIO

LOPEZ-PORTILLO, LUBEZKI Y NERI VELA, PROFETAS DEL FUTURO

Desde  el origen de los tiempos, los seres humanos hemos mirado hacia el cielo buscando en las estrellas respuestas a nuestra propia existencia: ¿De dónde venimos?, ¿quiénes somos? y ¿hacia dónde nos dirigimos? 

La inmensa bóveda celeste nos provoca admiración y nos da una perspectiva acerca de lo pequeños que somos, pero también de lo grande que seremos si logramos conquistar el espacio, y viajar por nuestros propios medios, hacia el irresistible brillo de las estrellas. 

Los mayas, los aztecas y prácticamente todas las civilizaciones madre de nuestra cultura prehispánica, dejaron testimonio de este afán por replicar el cielo en homenaje a sus dioses, en las majestuosas pirámides que, alineadas en relación a las estrellas, son espejo del universo y muestran el camino hacia los astros en la arquitectura cosmogónica. 

Desde aquellos días, y hasta la fecha, hemos aprendido que, a través de la observación e investigación, la imaginación convertida en ideas futuristas es puesta en práctica a través de las herramientas que la tecnología nos  provee. La conquista del espacio no es solamente ficción, sino que se convierten en realidades y  triunfos de carácter universal.  

Investigación, futuro, tecnología, ficción y conquista espacial… estos conceptos no son ajenos a nuestra mexicanidad y hoy para  celebrarlo, te vamos a contar la historia de tres mexicanos universales que desde muy distintas áreas profesionales están liderando la conquista del espacio, mirando hacia el futuro.

El primero de ellos me honra con su amistad, y en las numerosas pláticas que hemos sostenido con  un café  o  una copa de por medio, me ha logrado contagiar con su amplísimo conocimiento, y donde imaginar el futuro desde distintas perspectivas, es el espíritu en el coincidimos. Se trata de José Ramón López-Portillo Romano, un hombre de amplios estudios y muy reconocidos logros, que además de ser economista y doctor en ciencia política por la Universidad de Oxford, ha sido diplomático, académico y especialista en el cambio tecnológico exponencial. Pero lo que más atrae de su obra y personalidad, es su capacidad para compartir a través de la palabra plasmada en su libro “La gran transición”,  las más interesantes,  profundas  y proféticas reflexiones acerca del futuro que “ya nos esta alcanzando” por medio la robótica,  la inteligencia artificial, las energías alternativas o  la nanotecnología; así como los retos que para la humanidad y para México, este umbral hacia el futuro que esta “a la vuelta de la esquina” del  tiempo. 

En otra perspectiva de la conquista espacial, la de la imaginación, que a través de la tecnología nos ofrece la experiencia virtual de viajar hacia el espacio teniendo como vehículo la gran pantalla de plata, se  une a esta lista de mexicanos extraordinarios el cinefotógrafo Emmanuel Lubezki, quien gracias a su depurada labor en la película “Gravity”, conquistó el Óscar de la Academia en el año 2014; asombrando y cautivando a la audiencia cinéfila planetaria, a través del uso de los recursos de la  tecnología actual, pero sobre todo de una inventiva sin límites que logra transportarnos hacia los horizontes infinitos, la experiencia de la ingravidez y el triunfo de la voluntad humana ante la grandiosidad del Universo. Basta decir que Lubezki a la fecha ha sido galardonado con tres premios Óscar.

Completa esta triada de mexicanos extraordinarios, un hombre que logró experimentar  el sueño de viajar al espacio. Por supuesto, se trata de Rodolfo Neri Vela, quien en 1985 fue seleccionado para convertirse en el primer astronauta de México y primer representante de un país latinoamericano, en una misión de la NASA. Orbitó la Tierra 109 veces en el transbordador espacial Atlantis y durante la misión contribuyó a colocar tres satélites de comunicaciones en órbita.

Sin lugar a dudas, López-Portillo, como investigador, Emmanuel Lubezki imaginando y llevando a la pantalla la experiencia espacial,  y Neri Vela, como astronauta y viajero cósmico, se han convertido en los profetas del futuro, logrando que la ciencia ficción se convierta en ciencia fusión, la disciplina científica donde los  sueños se  transforman en  realidad; y ante tanto talento  tan solo nos queda decir con mucho orgullo: 

¡Que viva México y sus mexicanos y mexicanas de clase universal!

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