MEXICANOS DE CIENCIA Y CONCIENCIA UNIVERSAL

DEL NOBEL DE QUIMICA AL INSTABOOK, ELLOS SON ORGULLO NACIONAL

Se  dice que la investigación científica  es la mejor actividad colectiva de la humanidad pues, salvo en épocas de muy marcado oscurantismo, la ciencia ha aminorado su paso, aunque siempre hay espíritus rebeldes, o más bien, hombres de ciencia, que han retado incluso a la pena de muerte, para seguir desentrañando los misterios de la naturaleza en una cruzada incansable en pro de la verdad científica. 

La ciencia analiza datos, crea procesos, descubre soluciones, expresa teorías y formula leyes, esto es parte del método científico; pero la labor más importante de ciencia está en alimentar nuestro espíritu y hacernos conscientes que frente a aquello que nos divide y separa, todos somos seres humanos.

En nuestro México, a través de la historia y desde tiempos ancestrales, la curiosidad natural de los nuestros pueblos originarios derivó en un avanzado conocimiento científico que cimentó grandes civilizaciones como un elemento cultural y religioso que aun forma parte de nuestra  identidad. 

México ha destacado como semillero de hombres y mujeres de ciencia que han aportado al mundo valiosos descubrimientos, investigaciones e inventos que han impactado a la humanidad. En este mes de septiembre, como homenaje a nuestra mexicanidad, recordemos tres de ellos, figuras universales de ciencia y conciencia que durante el siglo XX, y hasta nuestros días, son orgullo  nacional.  

El primero de ellos es José Mario Molina Pasquel y Henríquez (Ciudad de México, 19 de marzo de 1943 – 7 de octubre de 2020), conocido en la comunidad científica mundial como Mario Molina, ingeniero químico, científico, profesor y activista, cuya aportación   más importante a nivel universal es haber sido uno de los descubridores de las causas del agujero de ozono antártico; lo cual le valió el ser reconocido con el Premio Nobel de Química en 1995; y gracias a su constante labor en la toma de conciencia mundial acerca del peligro que representa la emisión industrial de gases CFC, o  clorofluorocarburos, se logró a nivel planetario la elaboración del Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas; el primer tratado internacional que ha enfrentado con efectividad un problema ambiental de escala global. 

El segundo de ellos es René Raúl Drucker Colín (Ciudad de México; 15 de mayo de 1937 – 17 de septiembre de 2017), destacado  científico, investigador y articulista mexicano, especializado en Fisiología y Neurobiología. Rene Drucker realizó importantes investigaciones relacionadas con la posibilidad de insertar, eliminar y corregir el reloj biológico del cerebro mediante trasplantes, estudió la enfermedad del Parkinson y los efectos de los campos magnéticos; la neurofisiología del sueño, la nicotina,  la depresión;  y gracias a ellos se creó la Clínica de Trastornos de Sueño. Reconocido como científico y académico, su mayor labor fue la de acercar y  promover el estudio de la ciencia entre las y los niños y los jóvenes; gracias a sus innovadoras ideas en México se desarrollo el proyecto el Camioncito de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que durante muchos años, recorrió el territorio nacional creando de una manera lúdica y divertida, la conciencia de la necesidad de motivar el estudio de las ciencias desde las edades muy tempranas de la niñez mexicana. 

Nuestro tercer mexicano universal es Víctor Celorio Víctor (Ciudad de México, 27 de julio de 1957), inventor, escritor y empresario  fundó InstaBook, una compañía  pionera en la tecnología conocida como Book on Demand, que permitiría la difusión masiva de libros, en especial de temas científicos y tecnológicos, a partir de los años 90; dando ejemplo universal de los usos del internet como medio de difusión de la cultura. Recientemente, Victor Celorio inventó y patentó la Red de Pulmones Cinéticos, un sistema montado en un vehículo que utiliza energía cinética para filtrar aire, la cual en su primera fase demostrativa se implementó en la ciudad de Mexicali, limpiando cientos de millones de metros cúbicos de aire en esta ciudad considerada una de las más contaminadas de nuestro México.  

Sin lugar a dudas la ciencia y la conciencia universal van de la mano, pues como expresara el notable científico Louis Pasteur “más allá de la nacionalidad, de  cualquier raza  o credo, el conocimiento le pertenece a la humanidad y es la antorcha universal que ilumina al mundo.”

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