¿LOS SISMÓLOGOS TAMBIÉN SE PONEN NERVIOSOS EN SEPTIEMBRE?

¿ES MENTIRA QUE EN EL MES PATRIO AUMENTEN LAS POSIBILIDADES DE QUE “RETIEMBLE EN SUS CENTROS LA TIERRA”?

Si algo nunca olvidaremos en la historia contemporánea del centro de México, fue aquel 19 de septiembre de 2017 cuando sonaron las alertas sísmicas para hacer el establecido simulacro conmemorativo por el aniversario del sismo de 1985.

Como casi siempre, desde algún momento posterior al siniestro de los ochenta, el simulacro era una actividad que caía en la desorganización, poca seriedad y mucha dramatización ante un suceso que sabíamos todos que no iba a suceder. Participar en el simulacro para muchos y pese a los esfuerzos de las entidades organizadoras, terminaba siendo una pérdida de tiempo porque nadie los tomaba en serio.

Normalmente el simulacro comenzaba a las once de la mañana y terminaba, dependiendo del lugar y la cantidad de gente, aproximadamente a las doce y media. Ese día cuando todos regresaron a sus lugares de trabajo o clase, inesperadamente la alerta volvió a sonar. Seguro se trataba de un error pensaron muchos, hasta que sin más, todo se comenzó a mover.

Lo que se suponía acabábamos de re-aprender en el simulacro -aquello de guardar la calma, no correr y no gritar-, se volvió en el ejemplo perfecto de que tristemente nadie puso atención al espacio conmemorativo. En medio de la desesperación, la histeria colectiva, y los cuellos de botella que se formaron alrededor de las salidas de emergencia, estoy muy segura que muchos pensaron “hasta aquí llegué”. 

Por desgracia para muchos así fue y aunque las cifras de muertos, heridos y desaparecidos no fue tan elevada como en el sismo que había tenido lugar el mismo día pero 32 años en el pasado, nos dejó a todos una lección importante: No olvidar.

Para bien o para mal, la gente que vive en las zonas más afectadas por los sismos antes mencionados, de pronto es más precavida, y al menos en septiembre, evitan dormir sólo en calzones. Y a pesar de que hasta la fecha no se puede explicar con claridad por qué el 19 de septiembre fue el día elegido, muchos se preguntan si en ese día en particular, volverá a suceder otra catástrofe parecida. 

Los sismólogos e ingenieros expertos del Servicio Sismológico Nacional (SSN) dicen que no hay nada de qué preocuparse, ya que los registros de los movimientos telúricos que se tienen desde hace 112 años nos pueden ayudar a entender cómo funcionan los siniestros -y en todo caso- el mes que estadísticamente tiende a ser más tembloroso no es septiembre, sino diciembre -Feliz Navidad, dicen-. Además es importante recordar que México es un país con mucha actividad sísmica debido a que nuestro territorio se asienta sobre las tres de las placas tectónicas más grandes de la Tierra: la de América del Norte, la placa de Cocos y la del Pacífico. Por lo cual, aunque no lo sintamos, casi siempre andamos temblando.

Y si hablamos de temblores fuertes, en realidad tampoco tendría sentido que nos asustara septiembre con su “y retiemble en sus centros la tierra”, porque de nuevo es diciembre el mes que registra más sismos arriba de los 7.0 en escala de Richter, seguido de septiembre, junio, abril y enero. Pero básicamente según los que saben y la alta sismicidad del país, cualquier día puede ser EL DÍA. Sin ánimos de alertar a la gente, por supuesto, ya que no existe una relación entre el mes y los sismos, pues son impredecibles.

Coincidencia o destino, pero la probabilidad de que se produzca un terremoto el mismo día y con 32 años de diferencia es del 5 % en un país como México, según Efe Vala Hjorleifsdottir, investigadora islandesa del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Y a mí un 5% me parece enormemente más probable que el 0.001% de probabilidad de ganarme la lotería, y aún así no me parece descabellado.

ACTUALIZACIÓN: La probabilidad de que 3 sismos de más de 7 grados se den en la misma fecha en el mismo lugar es de 0.000751%. Hoy, esto acaba de suceder en México, 3er sismo de esta magnitud un 19 de septiembre: 1985, 2017 y 2022, según Jose Luis Mateos, Doctor en Física. Instituto de Física y C3 de la UNAM.

Además de que sinceramente no recuerdo haber vivido un temblor fuerte en diciembre… en lo personal y por precaución, al menos esta semana voy a vestir mis mejores pijamas.

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