Según el diccionario de la Real Lengua Española, la risa es una “manifestación mediante determinados movimientos del rostro, acompañados frecuentemente por sacudidas del cuerpo y emisión de peculiares sonidos inarticulados que tiene como objetivo el regocijo…” y complementa “dicho de algo deleitable, como el alba, el agua de una fuente, de un prado ameno”. Sin embargo, esta acción que podría ser parecida a la de un tormento medieval o un poema propio de romanticismo literario, se queda muy corto para definir uno de los rasgos humanos por naturaleza.
Fisiológicamente hablando y según describe el portal psicologiaymente, la risa: “supone una alteración de diferentes sistemas como el respiratorio (la entrada de aire pasa a ser irregular mientras dura la risa) y cardíaco, que se ven estimulados por esta acción, a la vez que se contraen y dilatan un total de alrededor de una quincena de músculos faciales”.
Esta definición, por demás científica nos habla de lo que produce la risa en nuestro cuerpo: como el enrojecimiento en el rostro, el lagrimeo o incluso algunas alteraciones gastrointestinales, y en lo que respecta al sonido, la emisión vocal de ruidos encadenados en una misma tonalidad que se repite cada 210 milisegundos.
En este mismo concepto de reacciones fisiológicas relacionadas con la risa, las implicaciones neuronales son muy amplias y se ha comprobado que la risa obedece a una estimulación externa, que muchas veces se archiva en nuestra memoria y al ser recordada o generada por un pensamiento reproduce el efecto inicial; y esto se debe a que, según el portal mencionado, “El sistema de recompensa cerebral sintetiza y libera un torrente de dopamina si la información es valorada como positiva y original. Se generan también endorfinas y oxitocina, cosa que explica las sensaciones de relajación y plenitud propias de la risa sincera”.
Culturalmente hablando, la risa es una acción que se presumen podría ser exclusiva de los seres humanos, pero según estudios publicados por el sitio expertoanimal.com “muchos animales como por ejemplo perros, chimpancés, gorilas, ratas y hasta pájaros, pueden reír. Tal vez no puedan hacerlo de la misma forma que nosotros, pero existen indicios de que emiten sonidos -como de tipo chillidos- o algo semejante a nuestra risa”.
Entonces ¿los animales se ríen, y eso es una señal de inteligencia? Lo cierto es que si la risa no es una acción que define a la humanidad, el sentido del humor y la capacidad de provocar la risa y comunicarla, sí lo es y desde el origen de nuestra especie el poder hacer reír y saberse reír de algo, incluso de uno mismo, ha sido una cualidad y capacidad que ha sido amplia y generosamente valorada; la risa en la cultura y el arte es toda una construcción social que ha permanecido presente y vigente pues prácticamente, cada pueblo, civilización y grupo social tiene su propia tradición histriónica, su forma particular de reír y los gatillos emocionales que les provocan de la risa, de una manera muy característica ,y a veces incomprensible para quienes son ajenos a su bagaje cultural e idiosincrasia.
Pero regresando a la risa como un proceso fisiológico recomendable por sus implicaciones, los aspectos más destacados según psicologiaymente.com son los siguientes:
- Permite la liberación de energía provocada por las emociones.
- Provoca activación física y psíquica.
- Disminuye el estrés y el dolor.
- Tiene como función una mejor adaptación al medio social que genera autoestima.
- Provoca atracción sexual.
- Tiene funciones defensivas, pero también ofensivas.
Finalmente, quizá la más importantes, es que ¡la risa es salud! Pues “mejora el funcionamiento del sistema inmune y la capacidad de oxigenación, estimula nuestra frecuencia cardíaca y disminuye la tensión arterial”.
En las últimas décadas se ha estudiado este aspecto tan particular de la risa y ha sido el inicio de la “risoterapia”, un método iniciado en hospitales de Ottawa, Canadá que cumplie una función psicológica utilizada en pacientes con cáncer y sida, anestésica e inmunológica. Quizá el personaje más famoso de esta “risoterapia” fue el Dr. “Patch Adams” interpretado por el actor Robin Williams quien desgraciadamente falleció víctima de la depresión; y para terminar este artículo ,hagámosle homenaje recordando esta frase de película: “Todos moriremos Truman, nuestro trabajo consiste en aumentar la salud, ¿sabes lo que significa? significa mejorar la calidad de vida, no sólo retrasar la muerte… y hay que saber reírse de ella, aunque sea la nuestra”…