Al punto de llegar la década de los 80, los avances tecnológicos presagiaban una nueva era en donde la humanidad donde el futuro era un lugar optimista y prometedor…
La grabadora portátil y el formato cassette, la calculadora electrónica, televisión satelital, la consola Attari, el primer ordenador Apple y la electrónica aplicada a la música de los primeros secuenciadores y cajas de ritmos moldearon a una generación que descubría en lo cotidiano de la tecnología un signo de identidad.
A finales de los 70, surge el género de cinematografía conocida como películas “blockbuster” o éxitos de taquilla , cuyo objetivo era multiplicar con ganancias de cinco ceros la fuerte inversión en producción, publicidad, efectos especiales, alta tecnología óptica, auditiva y de animación… y lo conseguían, pues Tiburón de1975 y La Guerra de las Galaxias de1977 lograron vender cada una más de 100 millones de dólares.
Las fórmulas cinematográficas de provocar terror/suspenso por medio de un ente monstruoso y sanguinario que se resiste a morir ; o la de relatar una historia épica futurista ambientada en un entorno espacial dominado por los seres humanos, marcaron el género; aunque de acuerdo a la mentalidad hollywoodense, el bien siempre debería triunfar sobre el mal, gracias a la valentía a toda prueba del protagonista masculino y su luminoso destino.
Y entonces, cuando parecía que la máxima expresión de la maldad demoniaca era torturar a una niña atrapada una cama voladora o que los humanos del futuro tendríamos como misión viajar audazmente a donde nadie ha llegado antes y saltar alegremente de estrella en estrella retando a extraños entes espaciales, se estrena el 25 de mayo dfe 1979 una película de no muy alto presupuesto, con una trama que prometía ser de terror en un entorno espacial futurista. Nada fuera de lo común, ni que pudiera competir con otras superproducciones.
La idea original fue de la dupla Dan O ‘Bannon y Ron Sushett, y su antecedente fue el film Dark Star, una comedia espacial dirigida ‘por John Carpenter, bastante mala, con un personaje alien como mascota.
Inspirándose en los filmes clásicos de ciencia ficción y monstruos espaciales, crean la historia de “Alien , el octavo pasajero” y tras el rechazo de varios directores, deciden contratar a Ridley Scott un joven director británico egresado de la televisión londinense, con cierta fama en el mundo de la publicidad cuya opera prima ,el film Los Duelistas, había logrado triunfar en Cannes como la mejor película debut.
El slogan de la película marcó el primer impacto: “En el espacio nadie puede oír tu grito” era la combinación perfecta de terror claustrofóbico, indefensión , oscuridad y agorafobia espacial.
Desde el arranque de la película, la combinación de tecnología y biótica es evidente. En la cámara de hibernación de la Nave Nostromo, los 7 pasajeros (un androide y un gato), que no son experimentados astronautas o audaces científicos, sino simples operadores de una nave de carga, despiertan de su letargo para enfrentarse a un ente que supera por mucho las capacidades de los seres humanos y es por decirlo de alguna manera, un parasito espacial perfectamente evolucionado y letal.
Esta pesadilla cósmica, nace precisamente de los sueños más oscuros y delirantes del diseñador H.R. Giger, quien combina imágenes de seres humanos, organismos extraterrestres y una poderosa estética biomecánica que lo convierte en ese depredador espacial perfecto, sin emociones, dudas o flaquezas que tantas veces ha sido replicado. Su misión es una: perpetuar su especie y acabar con cualquier tipo de vida que se le atraviese en el camino.
Alien, el octavo pasajero , para decirlo de una forma muy concreta, es una película de culto cuyo valor está en la transgresión: en su trama el futuro es distópico, el espacio es una prisión que nos condena a la soledad y el aislamiento, la tecnología no es protagonista ni instrumento de salvación, sino simple escenografía, el terror nace de la imposibilidad de luchar y vencer a un ser infinitamente superior a nosotros que no esta impulsado por la maldad, sino por su propia naturaleza.
Y finalmente, la característica más relevante de este film es que la protagonista principal, quien logra sobrevivir y además salva a Jones, el gato pelirrojo que también escapa del ente tecno biótico, es una mujer…y a partir de ella, el cine de ciencia ficción, de terror y suspenso, cambiaron para siempre.