Amanece. En una semiárida región africana un protohumano de aspecto simiesco observa los restos óseos de un animal . Toma en sus manos el hueso blanquecino mas largo y ataca con él las costillas mientras observa como los restos saltan por los aires. Con curiosidad golpea una y otra vez los huesos que brincan y se rompen.
Un fondo orquestal comienza a sonar en crescendo. El humano prehistórico se deja llevar por la violenta acción y con el hueso mas largo en la mano golpea el cráneo hasta hacerlo trizas. Para darle un sentido más intenso , la imagen del humano prehistórico en pleno paroxismo se ve retratado en cámara lenta, mientras el tema “Así habló Zaratustra” de Richard Strauss culmina con gran ímpetu al profundo sonido de los timbales que remata la acción. Se hace el silencio.
Acto seguido, la escena nos muestra el exterior de una caverna en donde un grupo de protohumanos perfectamente caracterizados de machos , hembras y niños devoran ansiosos con garras y colmillos los restos de una presa, mientras a si alrededor un grupo de tapires pastan tranquilamente. El macho alfa vigila encaramado en una roca vigila el horizonte.
Repentinamente, con un grito agudo los pone en alerta . Un grupo de enemigos se acerca con actitud amenazadora. Los machos se aprestan a defenderse. El macho alfa toma un largo hueso con la mano y de un solo golpe en el cráneo mata a su enemigo más cercano. El griterío sube de tono y los demás machos toman huesos a manera de arma . El macho alfa toma el largo hueso y lo arroja hacia el cielo.
A corte y sin la mínima transición, el cielo se transforma en el espacio y el hueso girando en cámara lenta se convierte en una brillante nave espacial que flota con las estrellas lejanas como fondo. La cámara panea y podemos apreciar la figura azul del globo terráqueo en todo su esplendor. Comienza a sonar el vals “El Danubio Azul” de Johan Strauss y una estación espacial circular que parece flotar al ritmo de la orquesta.
Esta magistral serie de escenas narran los primeros minutos de una de las películas mas importantes e influyentes de la historia del cine: “2001, Odisea en el espacio” , estrenada en 1968, en plena fiebre de la carrera espacial , basada en “El centinela”, cuento del escritor y también guionista de la cinta Arthur C. Clarke bajo la dirección del genial Stanley Kubrick. Según el consenso de los críticos cinematográficos y la percepción general es que esta serie de escenas, pero sobre todo el giro del hueso que arroja el protohumano y el vuelo ingrávido de la nave especial, solucionan y resumen en una sola edición a corte miles de años de evolución de la humanidad y el impacto de la tecnología con una visión futurista nunca antes vista en la pantalla gracias a la magia del cine y la mente creativa de Kubrick.
Todo esto, gracias a la aplicación de los efectos especiales, pues en esta cinta que cumple ya más de medio siglo muestra la suma perfecta del trabajo de caracterizadores, maquillistas, editores de audio y video, la tecnología óptica del foro con green screen y el formato 70 mm. , la presencia de una computadora y la inteligencia como antagonista la estricta aplicación de las leyes de la relatividad basadas en las leyes de Einstein y la de los astrofísicos e ingenieros de la NASA, así como antropólogos especialistas en la prehistoria que ejercieron como asesores de la cinta. Todo fue perfecto y resultó profética pues en la cinta se pueden observar tablets, videollamadas y sistemas operativos a base de voz. Muchas décadas antes de que las tecnologías de Apple o Android fueran siquiera imaginadas.
El viaje de miles de años por la prehistoria, la historia y el futuro de la humanidad hace de 2001, Odisea en el Espacio una obra de arte y una película de culto. Curiosamente, este film no ganó el Oscar a los mejores efectos especiales aquel año, pero el tiempo le ha dado su exacto valor y trascendencia.
Por supuesto, esta pifia de la Academia no le causó a Kubrick mucho impacto que digamos, pues después de 2001 , Odisea en el Espacio continuó creando grandes obras cinematográficas, y para resumir su concepto del cine como creador de una ventana fascinante en donde mágicamente los efectos especiales y la creatividad se suman , nos legó este pensamiento :
“La pantalla es un medio mágico. Tiene tal poder que puede mantener el interés, ya que transmite emociones y estados de ánimo que ninguna otra forma de arte puede transmitir.”